Gil Cordobés se afianza en el liderato de la Vuelta al Zulia
Una protesta con ganado en las calles de Machiques evitó que se corriera el circuito. José Pulido, director de la carrera tuvo que modificar la etapa, se corrió una ruta Cerro Alto-Cachamana-Cerro Alto
Una etapa inédita se vivió ayer en la Vuelta al Zulia, el circuito previsto en Machiques, correspondiente a la cuarta jornada. Una grupo wayuu protestó escudados con más de 200 cabezas de ganado, lo que impidió que se realizaran las 22 circunvalaciones por las calles del pueblo.
José Pulido, director general, trató de negociar con los manifestantes, que pedían atención por parte del Gobierno nacional, ya que llevan más de un año esperando ser reubicados en Perijá.
El pelotón alcanzó a dar una vuelta pero los animales se les venían encima, tuvieron que bajarse de las bicicletas. La solución fue plantear una ruta Cerro Alto-Cachamana-Cerro Alto (82 km).
Las casi dos horas de retraso no mermaron las condiciones del cubano Gil Cordobés, que una vez más demostró que es el mejor embalador del Caribe al imponerse en la cuarta etapa y ampliar a 9 segundos su ventaja sobre Randall Figueroa, que llegó segundo, seguido de su compañero de Gobierno de Carabobo, Honorio Machado, con tiempo de una hora, 34 minutos y 32 segundos.
“Fue bastante cómodo el embalaje, prácticamente lo hicimos unos cuatro ciclistas. Yo estaba preparado para lo que fuera. Estoy seguro que en el circuito hubiese tenido el mismo resultado.
Hoy se realizará la penúltima fracción, un circuito en santa Rita de 114 kilómetros. “Quiero ampliar la ventaja a por lo menos 13 segundos, así estaré más tranquilo el domingo, cuando gane mi octavo título”. El cubano de 47 años está seguro de que será el dueño de los 20 mil bolívares.
De acuerdo
Los ciclistas estuvieron de acuerdo en partir desde Cerro Alto. Desde el principio de la protesta manejaron esa posibilidad. “Era muy peligroso hacer el circuito con esas vacas tan cerca. Nosotros que somos velocistas, imagínate si buscando un sprint a una alta velocidad se nos atraviesa un animal de estos”, comentó Jesús Pérez.
Todos en el pelotón coincidían que nunca habían estado en una situación similar. “He estado en varias competencias y la gente siempre protesta por una cosa o por otra, pero nunca con vacas”, decía sorprendida Daniely García, integrante de la selección femenina.
“Corríamos peligro de una estampida. Que tal si a alguien s ele ocurría lanzar un fuego artificial, no solamente nosotros los ciclistas corríamos peligro, sino los jueces, el público”.
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